Thích Nhất Hạnh:
(nacido Nguyễn Xuân Bảo) (Huế (Unión de Indochina), 11 de octubre de 1926 – Huế (Vietnam), 22 de enero de 2022) fue un monje budista vietnamita, activista por la paz, poeta y escritor que vivió en Francia como exiliado durante gran parte de su vida.
A lo largo de su vida, abogó por la paz, la no violencia y el alivio del sufrimiento. Los periódicos lo calificaron como el budista más influyente del siglo pasado, después del Dalai Lama.
En la década de 1970, introdujo en el mundo occidental el concepto de atención plena, sobre el que publicó el libro The Miracle of Mindfulness (El milagro de la atención plena) en 1975. Tiene más de cien libros en su haber.
No estás caminando hacia una meta. Caminar tampoco es un medio. Caminar ya no es ni siquiera una meta. Disfruta cada paso, porque ya has llegado.
Debes amar de tal manera que la persona a la que amas se sienta libre.
Nuestras creencias y pensamientos son una extensión de nosotros mismos. Son nuestros hijos y nacen a cada instante.
Tu sonrisa demuestra que no eres esclavo, sino dueño de ti mismo y que lo haces lo mejor que puedes.
La ansiedad nos mantiene centrados en el pasado o nos hace preocuparnos por el futuro. Si somos capaces de reconocer nuestro miedo, podemos darnos cuenta de que ahora estamos bien. Hoy seguimos vivos y nuestro cuerpo hace maravillas. Nuestros ojos aún pueden ver el hermoso cielo. Nuestros oídos aún pueden oír las voces de nuestros seres queridos.
La soledad no consiste en estar solo en lo alto de las montañas o en una cabaña en lo profundo del bosque. No se trata de escondernos lejos de la civilización. La verdadera soledad proviene de un corazón estable que no se deja llevar por la multitud ni por nuestras penas por el pasado, nuestras preocupaciones por el futuro o nuestra excitación por el presente. No nos perdemos a nosotros mismos, no perdemos nuestra atención plena. Refugiarnos en nuestra respiración consciente, volver al momento presente, es refugiarnos en la hermosa y serena isla que hay dentro de cada uno de nosotros.
Tenemos tendencia a pensar en términos de hacer y no de ser. Creemos que cuando no hacemos nada, estamos perdiendo el tiempo. Pero eso no es cierto. Nuestro tiempo es ante todo para ser. ¿Ser qué? Estar vivos, en paz, alegres, amorosos. Y eso es lo que el mundo más necesita.
Cuando tocas una cosa con conciencia profunda, lo tocas todo.
