El Gran Espíritu está en todas partes, escucha lo que hay en nuestras mentes y en nuestros corazones, y no es necesario hablarle en voz alta.
Considera al Cielo como tu Padre, a la Tierra como tu Madre y a Todas las Cosas como tus Hermanos y Hermanas.
Todo en la Tierra es prestado… No existe el “Mío” ni el “Tu”… sólo existe el “Nuestro”… Incluso el Tiempo es prestado. Matamos por un pedazo de tierra que pertenece sólo a nuestra Madre Tierra. Todo lo que posees con lo que viniste a la Tierra… y con lo que vuelves a partir… es tu Espíritu.